Escuchamos en este último tiempo hablar mucho de mindfulness.
En este mundo de cambios, acelerado, de mucha incertidumbre y angustia, no sabemos hacia dónde vamos, entonces cómo hacemos para poner un freno en medio de esta montaña rusa emocional, calmar nuestra mente y que el estrés no nos impacte en el organismo. El mindfulness es una práctica que consiste en entrenar nuestra mente para la atención plena y ser conscientes del aquí y el ahora.
Es nuestro idioma lo llamamos “atención plena“, que es cultivar la atención, trabajarla de manera intencional, que no pase de manera automática, en este momento del presente, sin juzgar. Esa es la definición de Jon Kabat Zinn, a quien en Occidente le debemos mucho dentro del mundo de mindfulness. Es un doctor en biología molecular, que tiene 74 años e inició una apertura en los ’70 en los Estados Unidos desde Oriente.
Se interesó mucho en prácticas orientales como el yoga, el budismo, y con esas prácticas, cambios que él fue viviendo y enseñanzas adquiridas fue trabajando y descartando la espiritualidad. Fueron 10 años de trabajo con un equipo de gente en la universidad de Massachusetts, en el departamento de Salud Mental, que le llevó el lograr este producto para la reducción del estrés. Fue el pionero.
Cultivar la atención requiere que uno tome la actitud de hacerlo, no va a pasar de forma automática.
Hay un componente importante que produce cambios importantes en la vida de las personas y es cuando comenzamos a vivir una vida sin juicio, cuando notamos esos pensamientos, esas funciones, que nos conectan con el presente con este momento del presente.
Muchas veces escuchamos las palabras meditación y mindfulness juntas y otras veces separadas. La diferencia es que la meditación nace en un contexto espiritual, mientras que el mindfulness más en un contexto psicológico, que tiene que ver con baja del estrés. Y surge de mucho trabajo e investigación.
Tengo que entender que la práctica es muy simple, algo muy importante de saber, se basa en cultivar la atención usando como anclas la respiración y trabajamos en contacto con los cinco sentidos, las sensaciones corporales. Cuando la atención la llevamos ahí la resultante es la conexión inmediata con el presente, que es de lo que se trata la práctica.
Notar dónde están presentes los pensamientos y lograr una mente más clara. Cuando pensamos con implementarlos en el día a día hay que pensar en prácticas muy simples, muy cortas, de un minuto a tres que son aquellas prácticas informales. Claro que también se llega a prácticas de 45 minutos diarios.
Los grandes beneficios
Hay dos grandes beneficios: ayuda a disminuir la ansiedad y el estrés, que hoy es una pandemia para los seres humanos. Si se disminuyen, la calidad de nuestra vida va a mejorar muchísimo.
En el mundo empresarial la técnica es la misma. Hace ya más de 10 años que las grandes empresas, sobre todo en el mundo de la tecnología que son organizaciones pioneras en adoptar los cambios y probar, introdujeron el mindfulness o atención plena.
En las organizaciones los equipos que lo incorporaron como práctica sostenida se ven las mejoras en el bienestar de las personas, porque además refuerza la resiliencia, que es una de esas habilidades que hoy volvemos a hablar como muy necesaria debido al momento que vivimos, la inteligencia emocional y la estabilidad mental (que Harari menciona como fundamentales), y la creatividad.
Una práctica sostenida con los niveles de estrés y ansiedad disminuidos, con una mente más clara y el enfoque puesto en las tareas que realiza, con una escucha activa, alineado con la mente clara y tranquila, significará que estamos presentes mentalmente. Y así mejoran las relaciones entre los equipos porque hay más claridad en la comunicación.
Cómo arrancar
Para la práctica en sí la posición puede ser acostado, sentado, de pie, podemos estar quietos o en movimiento, se puede realizar con los ojos cerrados o con los ojos abiertos. El mejor tip para comenzar es largarse y pasar la experiencia por el cuerpo, darse ese momento para reconocerlo. Y preguntarnos dónde está mi atención durante el día, si está donde tiene que estar o ando demasiado disperso, con una mente ruidosa y crítica que me hace sentir agotado, cansado y de mal humor. Esa es la primera pregunta, para reconocer que hay que hacer algo, y hacer ese cambio tan necesario en nuestras vidas. Y lo podemos hacer con pequeñas pausas durante el día, empezar con un minuto, que ayuda a la mente para estar más clara, tan importante en este contexto en el cual estamos inmersos.
Eugenia Olavide
Coach certificada en Londres, mentora y facilitadora bilingüe (español-inglés) para empresas nacionales y multinacionales a nivel global. Capacitación de equipos multiculturales. Fundadora de Slow.
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